¡Alarma Nacional! Desnutrición Infantil Persiste en Colombia, Con el Cesar en el Foco de la Crisis
La desnutrición infantil continúa siendo una dolorosa realidad en Colombia, cobrando vidas y afectando el futuro de miles de niños y niñas. Aunque las autoridades reportan algunos avances en la reducción de la mortalidad, las cifras de casos de desnutrición aguda moderada y severa siguen siendo preocupantes, con el departamento del Cesar destacándose como una de las regiones con una situación particularmente grave.
Cifras que Duelen: Un Panorama Nacional Complejo
De acuerdo con datos recientes del Instituto Nacional de Salud (INS) y la Procuraduría, en 2024 se registraron 149 fallecimientos de menores de 5 años por desnutrición en Colombia, y se notificaron 21.867 casos de morbilidad asociados a esta condición, lo que representa un aumento del 7.19% con respecto a 2023.
Departamentos como La Guajira, Chocó y Antioquia lideran las lamentables estadísticas de muertes.
Sin embargo, el informe epidemiológico de 2022 del INS ya señalaba al Cesar como uno de los diez departamentos con mayor número de casos notificados por desnutrición, con 720 casos registrados en ese periodo. Si bien la tasa de mortalidad infantil por desnutrición a nivel nacional ha presentado una disminución del 42% entre 2022 y 2024, la prevalencia de desnutrición aguda moderada o severa en menores de 5 años en Colombia fue del 0.67% por cada 100 niños en 2024, una cifra superior a años anteriores.
La Urgente Realidad del Cesar
La situación en el Cesar, y en particular en sus territorios indígenas y zonas rurales, sigue generando una profunda alarma. Informes de años recientes ya advertían sobre la agudización de la desnutrición infantil en comunidades como las de Nabusimake, donde la escasez de recursos para garantizar mercados mensuales y la falta de agua potable exacerban el problema.
Expertos y defensores de derechos humanos señalan que la desnutrición en el departamento no solo es un problema de acceso a alimentos, sino también de saneamiento básico deficiente y baja calidad del agua potable, que en un 88% no es apta para consumo humano según datos históricos. A esto se suma una alta informalidad laboral que limita la capacidad de los hogares para acceder a una canasta básica digna.
La Procuraduría ha reiterado llamados urgentes a las autoridades nacionales y locales para que redoblen esfuerzos, fortalezcan las rutas de atención y garantice los derechos fundamentales a la alimentación y la salud de los niños y niñas, especialmente en las poblaciones más vulnerables.
La Desnutrición Infantil se Dispara en el Cesar: Alarmante Aumento de Casos en Varios Municipios
La desnutrición infantil es una preocupación creciente en el departamento del Cesar, con un incremento alarmante de casos en varios de sus municipios. Las cifras muestran un panorama desafiante para la salud pública local, especialmente en zonas rurales y con comunidades indígenas.
Municipios como Curumaní han visto un salto drástico, pasando de 1 a 12 casos, un aumento del 1.100%. Pailitas no se queda atrás, con un incremento del 133% (de 3 a 7 casos), y La Paz con un 125% más de casos (de 4 a 9).
Otros municipios también reflejan esta preocupante tendencia: El Paso y Tamalameque duplicaron sus cifras (de 6 a 13 casos, un 117% de aumento), mientras que Río de Oro pasó de 2 a 4 casos. Chimichagua registró un aumento de 8 a 14 casos, y La Gloria de 3 a 5. Bosconia reportó un incremento de 7 a 11 casos, y Manaure de 2 a 3.
Incluso ciudades más grandes como Aguachica vieron sus casos subir de 18 a 26. Chiriguaná tuvo un ligero aumento de 3 a 4 casos. La capital del departamento, Valledupar, también experimentó un incremento considerable, pasando de 108 a 144 casos en el último año.
Este aumento generalizado subraya la urgencia de implementar medidas más efectivas y coordinadas para combatir la desnutrición en el Cesar y proteger a su población infantil más vulnerable.
Un Llamado a la Acción Inmediata
Si bien el gobierno nacional ha implementado diversas estrategias y políticas públicas para la prevención y atención de la desnutrición infantil, como la Estrategia de Atención y Prevención de la Desnutrición Infantil del ICBF y programas de atención integral, la persistencia de casos y muertes, con una marcada concentración en departamentos como el Cesar, evidencia la necesidad de una intervención más robusta y focalizada.
La crisis de la desnutrición infantil en el Cesar exige una respuesta coordinada y multisectorial que aborde no solo la atención de los casos existentes, sino también las causas estructurales subyacentes, como la seguridad alimentaria, el acceso a servicios básicos y la reducción de la pobreza. El futuro de miles de niños en el departamento depende de acciones inmediatas y sostenibles.
