Santa Marta y Riohacha: Dos ciudades, un mismo propósito sostenible
En el corazón del Caribe colombiano, donde el azul intenso del mar se encuentra con los paisajes desérticos y las montañas más altas del país, Santa Marta y Riohacha están escribiendo una nueva historia. Una historia en la que el turismo ya no se mide solo en cifras de visitantes, sino en árboles sembrados, especies protegidas y comunidades que prosperan gracias al respeto por la naturaleza.
Santa Marta: Capital Verde del Caribe
Santa Marta, entre la Sierra Nevada y el mar, está consolidando su papel como pionera en turismo sostenible en América Latina. La ciudad ha decidido crecer con conciencia, apostándole a un modelo que protege sus ecosistemas, fortalece su cultura y crea oportunidades basadas en la innovación verde.
Iniciativas como el Plan Maestro de Protección del Parque Tayrona y la búsqueda de la declaratoria de la Ciénaga Grande de Santa Marta como Zona de Interés Ambiental y Turístico son pasos firmes hacia un futuro más resiliente. La ciudad trabaja para salvaguardar los manglares, los bosques secos tropicales y las fuentes hídricas que sustentan tanto su biodiversidad como su atractivo turístico.
La apuesta por la sostenibilidad se refleja también en la planificación urbana: buses eléctricos, certificaciones de sostenibilidad hotelera, nuevos muelles turísticos y control de acceso en zonas protegidas permiten equilibrar el turismo con la capacidad real del territorio.
Además, la creación de Sierra Valley, un laboratorio territorial de sostenibilidad demuestra el liderazgo samario en la innovación ambiental. Este modelo integra ciencia, comunidad y empresa para convertir los desafíos ambientales en motores de desarrollo.
Santa Marta ha pasado de ser un destino de sol y playa a un referente global. No en vano fue elegida sede de la 1ª Cumbre Latinoamericana de Turismo Sostenible del GSTC, un reconocimiento que consolida su liderazgo en el Caribe y que proyecta su imagen ante el mundo.
Santa Marta está redefiniendo su modelo de crecimiento al integrar estratégicamente el turismo y la sostenibilidad ambiental. La confluencia de la Sierra Nevada y el Caribe ha posicionado a la ciudad para priorizar proyectos que no solo buscan la rentabilidad económica, sino la conservación de su patrimonio natural y cultural, pilares fundamentales para un desarrollo a largo plazo.
Los proyectos ambientales son cruciales para el desarrollo de Santa Marta, ya que garantizan la supervivencia de los ecosistemas que atraen al turismo y sustentan a las comunidades locales.
Riohacha: El turismo que florece junto al Río Ranchería
Riohacha, capital de La Guajira, ha comprendido que su riqueza no solo está en sus playas y su cultura Wayuu, sino en la manera como cuida sus recursos naturales. Hoy, la ciudad impulsa un modelo de turismo sostenible que busca equilibrar desarrollo económico, inclusión social y conservación ambiental.
Proyectos como la Ruta Turística Camarones y la marca ciudad “Riohacha ancestral y cultural” están revalorizando el patrimonio étnico y la identidad local, mientras generan empleo a través del turismo comunitario. La entrega de motocarros eléctricos a operadores turísticos es solo una muestra de cómo la innovación puede convivir con la tradición, reduciendo la huella de carbono y mejorando la experiencia del visitante.
Pero el compromiso va más allá. La recuperación de la ronda del Río Ranchería, la restauración de zonas degradadas y la protección del Santuario de Fauna y Flora Los Flamencos son acciones clave que conectan el turismo con la salud del territorio. Además, las estufas ecoeficientes en comunidades rurales y el Plan de Acción Riohacha Sostenible 2035 reflejan una visión clara: que el desarrollo urbano y turístico solo tiene sentido si garantiza agua, vida y bienestar para las generaciones futuras.
Riohacha avanza hacia un modelo en el que cada inversión turística también sea una inversión ambiental, convirtiéndose en un laboratorio vivo de sostenibilidad en el norte del país. Su estrategia se enfoca en posicionarse como un destino líder en el Caribe colombiano bajo los principios de la sostenibilidad.
Los proyectos de turismo y ambientales en Riohacha representan un enfoque de desarrollo integrado que busca el crecimiento económico a través de la responsabilidad ambiental y la inclusión social. Al invertir en la sostenibilidad, la infraestructura y la valoración cultural, Riohacha está sentando las bases para una economía turística robusta, resiliente y capaz de generar un bienestar duradero para sus comunidades.
Un futuro compartido
Tanto Riohacha como Santa Marta avanzan por la misma ruta: la del turismo regenerativo, aquel que no solo visita los territorios, sino que los cuida y los transforma.
En ambas ciudades, la sostenibilidad no es un discurso, sino una práctica diaria: reforestación, educación ambiental, gestión del agua y promoción de la cultura local como pilar de desarrollo.
Así, el Caribe colombiano se reinventa desde el equilibrio —entre lo natural y lo humano, entre la memoria y el futuro— demostrando que el verdadero progreso se mide en bienestar, no en desgaste.
