Jóvenes del Colegio Bilingüe de Valledupar protagonizan brutal agresión y tortura a compañero
Un escalofriante caso de violencia juvenil ha conmocionado a Valledupar tras la denuncia de una brutal agresión física y psicológica perpetrada contra un menor de edad, presuntamente a manos de un grupo de estudiantes del prestigioso Colegio Bilingüe de la ciudad.
Los hechos, ocurridos el pasado viernes 23 de mayo, incluyeron golpes, amenazas de muerte, tortura y retención contra su voluntad, en una aparente retaliación por la supuesta divulgación de un video íntimo.
Según la denuncia penal presentada ante la Fiscalía General de la Nación por el abogado Edwin Amaya Fuentes, apoderado judicial de la víctima, el menor fue engañado por un compañero que lo invitó a su casa, pero en el trayecto, el destino cambió hacia una finca ubicada más allá del Puente Salguero.
Allí, otros estudiantes lo esperaban y lo obligaron a entregar su teléfono celular. Tras desbloquearlo, encontraron un video en una carpeta oculta, lo que desató una golpiza de varias horas, amenazas de muerte y torturas, todo esto en presencia de otros jóvenes. “Fue reducido, golpeado y torturado, generando un impacto psicológico profundo”, afirmó Amaya en entrevista con Radio Guatapurí.
El calvario de la víctima llegó a su fin cuando, en un momento de traslado de regreso a Valledupar, logró escapar del vehículo en el parque El Viajero, donde pidió auxilio en un CAI de la Policía. Previamente, el menor había enviado su ubicación a su hermano, lo que permitió a su familia rastrearlo y actuar con celeridad.
La denuncia penal ya ha sido interpuesta contra los agresores y dos testigos presenciales, y la Fiscalía General de la Nación ha iniciado una exhaustiva investigación. El abogado Amaya destacó la “premeditación” y la “concertación previa” de los hechos, señalando que la intención era castigar al menor, quien, según la defensa, no fue quien grabó ni produjo el video, sino que lo recibió, una práctica común en las redes sociales.
Las consecuencias de esta agresión van más allá de las lesiones físicas, valoradas por Medicina Legal. La víctima sufre graves secuelas psicológicas, incluyendo depresión, trastornos del sueño y un profundo temor a nuevas agresiones, lo que ha impactado negativamente su desempeño en los exámenes finales.
Ante la gravedad de lo sucedido, la familia del menor afectado ha solicitado al Colegio Bilingüe de Valledupar una investigación disciplinaria y la imposición de sanciones ejemplares para los agresores, a pesar de que el incidente ocurrió fuera de las instalaciones del plantel. Asimismo, han decidido acompañar permanentemente al menor en el colegio para garantizar su seguridad, dado que comparte espacios educativos con los señalados.
Edwin Amaya hizo un enérgico llamado a la justicia colombiana para que este caso no quede impune y sirva como un precedente, advirtiendo que “hoy es el hijo de esta familia, pero mañana puede ser el de cualquiera”. Mientras la Fiscalía avanza en la etapa de instrucción, la sociedad de Valledupar se mantiene a la expectativa de respuestas y justicia frente a este reprochable acto de violencia entre jóvenes.