Colombia en el top 3 del eje continental por calidad e impacto de dos proyectos de Agrosavia
Un importante reconocimiento internacional recibió la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Agrosavia, por dos proyectos para el mejoramiento de la producción agrícola en el país.
La Iniciativa de Cooperación Coreana para la Alimentación y la Agricultura en América Latina (KoLFACI), ubicó a Colombia entre los diez proyectos latinoamericanos financiados por esta entidad. En la primera valoración Colombia se ranqueó en el segundo puesto en la categoría “Abono” con el proyecto “Mejora de la fertilidad del suelo por medio del uso de compost hecho a partir de residuos de estiércol bovino” y tercer puesto en la categoría “Frijol” con el proyecto “Investigación sobre la resistencia a la sequía del frijol frente al cambio climático”, ejecutados respectivamente en los Centros de Investigación Tibaitatá y Motilonia de Agrosavia. Los proyectos recibieron además del reconocimiento un incentivo económico por desempeño.
El financiador evaluó el desempeño científico de los avances en los resultados obtenidos en el continente, teniendo en cuenta los criterios de relevancia, eficiencia, credibilidad, eficacia, sostenibilidad y cooperación. De acuerdo con la experiencia previa, esta sana competencia les ha permitido mantener un proceso de mejora continua que en palabras de la secretaría de KolFACI indica que “se ha dado un paso más hacia resultados cada vez mejores”.
Para Germán Estrada Bonilla, investigador principal del proyecto del Centro de Investigación Tibaitatá que recibió el segundo puesto en el rankin de proyectos de abono, “el proyecto es innovador, pues no se queda en definir cómo hacer compostaje, sino que también caracteriza el microbioma que actúa durante el proceso y cómo optimizarlo, entonces nosotros hacemos un estudio más profundo de lo que se suele hacer, buscando mejorar la calidad del producto final utilizando como base la biotecnología. En este año establecimos una comunidad de microorganismos, el núcleo de los microorganismos necesarios para degradar estos residuos, y ahora lo que buscamos es cómo mejoramos las funciones que allí desempeñan estos microorganismos a través de diferentes enfoques”.
Por su parte, Mario Zapata, director del Centro de Investigación Motilonia, donde se ejecuta el proyecto de frijol reconocido por KoLFACI, expresó que “no fue fácil avanzar en la ejecución del primer año pues además de las exigencias de una investigación tan retadora frente a la variabilidad genética misma del fríjol común, se adicionaron las limitaciones de la pandemia”.
Dijo que “a pesar de eso, logramos cumplir con todos los indicadores planteados en la investigación y además con la suficiencia necesaria para destacarnos en el tercer puesto dentro del grupo de nueve países latinoamericanos que reciben esta financiación. Con los resultados de este proyecto se genera un antes y un después de las zonas de vida para siembra de frijol en el Caribe colombiano pues se le está ofreciendo una oportunidad no solo de autonomía alimentaria, sino también de agronegocio a los productores de valles y sabanas del Caribe”.
De acuerdo con declaraciones de la Investigadora del Centro de Investigación Motilonia, Adriana Tofiño, líder del proyecto “la diferencia entre nuestros resultados y los de los dos países que nos superaron se fundamentaron en mejores indicadores en el componente de investigación participativa y la alineación con los tomadores de decisión local, regional y nacional. Por tanto, estos serán los retos que debemos asumir en Agrosavia en el segundo año a partir de una estrategia de corte corporativo que complemente los excelentes resultados a nivel investigativo que se han alcanzado”.