La Tragedia de Deivys Arturo Gutiérrez Suárez: Un Vallenato Víctima de la Guerra en Ucrania

La comunidad vallenata lamenta profundamente la trágica muerte de Deivys Arturo Gutiérrez Suárez, un hombre de 38 años que, impulsado por la necesidad económica y el deseo de un futuro mejor para sus hijos, encontró un destino fatal en el frente de batalla de la guerra entre Ucrania y Rusia.
Deivys, como muchos colombianos, enfrentaba la difícil situación económica que a menudo constriñe los sueños y aspiraciones. Fue esa búsqueda incansable de una vida más digna para sus pequeños la que lo llevó a aceptar una propuesta que, en un principio, parecía una solución.
Según Diana Muñoz, su expareja, Deibis fue reclutado con la promesa de una cuantiosa suma de dinero por participar en los combates en Ucrania. “Una persona lo reclutó y se fue para Ucrania, donde le iban a pagar mucho dinero durante los combates”, relató Diana.
Una vez en Ucrania, Deivys pasó un mes en un campo de reentrenamiento, preparándose para la cruda realidad del conflicto. Luego, durante cuatro días, estuvo combatiendo en primera línea.
“El sábado que fue el último día que hablé con él, me dijo que estaban en un búnker, la comunicación no era muy buena”, recuerdó Diana.
El silencio que siguió al domingo y lunes siguientes se convirtió en una angustia insoportable. Los mensajes no llegaban. La confirmación de la peor de las noticias llegó de la mano de una persona del tránsito donde Deibis solía trabajar en Valledupar: Deivys había muerto.
El comandante de la unidad donde servía Deivys confirmó la desgarradora causa de su muerte. Deivys se encontraba con su pelotón cuando un dron enemigo impactó en la zona, cobrándose la vida de varios combatientes, entre ellos la del vallenato.
Ahora, la familia de Deivys se enfrenta a un nuevo y desgarrador drama: la imposibilidad de repatriar su cuerpo.
Las autoridades ucranianas han informado que recuperar los restos de Deivys sería una misión imposible debido a la peligrosa zona en la que se encuentra. Esta noticia agrega una capa más de dolor a un duelo ya de por sí insoportable, privando a sus seres queridos de la oportunidad de darle un último adiós y sepultarlo en su tierra natal.
