EE.UU. realiza una explosión química en un centro subterráneo de pruebas nucleares
Estados Unidos llevó a cabo una explosión química subterránea en el centro de pruebas de Nevada, con el anunciado fin de mejorar su capacidad de “detectar explosiones nucleares de bajo rendimiento en todo el mundo”, según un informe publicado por el Departamento de Energía estadounidense.
En la prueba, que tuvo lugar este miércoles, se utilizaron productos químicos de gran potencia y radiotrazadores para “validar nuevos modelos predictivos de explosiones” que puedan ayudar a detectar explosiones atómicas en otros países.
“Estos experimentos hacen avanzar nuestros esfuerzos para desarrollar nuevas tecnologías en apoyo a los objetivos de Estados Unidos para la no proliferación nuclear”, dijo Corey Hinderstein, administrador adjunto de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA).
“Ayudarán a reducir las amenazas nucleares globales, al mejorar la detección de pruebas subterráneas de explosivos nucleares”, agregó.
Tales pruebas se realizaron horas después que la Duma Estatal de Rusia, la Cámara Baja del Parlamento nacional, aprobara por unanimidad en sesión plenaria una ley que rescinde la ratificación rusa del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
El presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, resaltó que Estados Unidos no llegó a ratificar el tratado en 23 años, y que ahora, al conocer la iniciativa rusa, propuesta por Vladímir Putin en una reunión del club de discusiones Valdái, pidió a los diputados rusos, a través de su representante en la ONU, que no la aceptaran.
“Cinismo, doble moral […]. Se creen hegemones, partidarios de un mundo unipolar”, subrayó el legislador. Asimismo, consideró que la aprobación de la ley redunda totalmente en beneficio de Rusia y del resto del mundo, basándose en la estabilidad, la seguridad y la justicia.
El Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares fue aprobado por la Asamblea General de la ONU el 10 de septiembre de 1996 y se abrió para la ratificación el 24 de septiembre del mismo año.
Según sus disposiciones principales, se prohíben realizar explosiones de ensayo de armas nucleares, así como con fines pacíficos, en todas las esferas, incluyendo la atmósfera, el espacio, bajo el agua y bajo tierra. Es de duración indefinida, y los firmantes tienen la posibilidad de retirarse de él si deciden que “circunstancias excepcionales relacionadas con el contenido del tratado han puesto en peligro sus intereses supremos”
El documento nunca ha entrado en vigor, puesto que para ello es necesaria la participación de todos los países que poseen armas nucleares o la posibilidad de fabricarlas. De los 44 países que cumplen estos requisitos, en base a los datos de la OIEA, 36 lo firmaron y ratificaron, mientras que EE.UU., China, Egipto, Israel e Irán lo firmaron pero no lo ratificaron. Las tres potencias nucleares más jóvenes (India, Corea del Norte y Pakistán) no lo han firmado Con RT